Poder de Compra
El “poder de compra” o “poder adquisitivo” es un término macroeconómico que hace referencia al nivel de vida de los ciudadanos de un determinado territorio y en un determinado momento en el tiempo, a menudo con el objetivo de compararlo con otros momentos u otros territorios sin entrar en la diferencia de divisas.
Es importante tener en cuenta el concepto básico tras la definición, en esencia, que tendremos mayor poder adquisitivo cuantas más necesidades seamos capaces de cubrir con una cantidad determinada de dinero.
Una manera de traer el concepto general de “poder de compra” a términos más accesibles es pensar en un mismo lugar, a lo largo del tiempo. Si por ejemplo, ganáramos hoy lo mismo que nuestros abuelos hace cincuenta años, apenas tendríamos para comer y no podríamos ni pensar en comprar una vivienda, sin embargo entonces, era suficiente para una familia incluso, más numerosa que la familia media actual. Por eso decimos que el poder de compra de un euro (o un dólar) era mayor antes, que ahora. La inflación es un ejemplo por el cual el poder de compra de una divisa baja de manera considerable, es decir, que los precios nominales de todos los artículos suben. Otro ejemplo de bajada del poder de compra es cuando nos referimos a un producto en concreto que se encuentra en escasez, bien sea por su estacionalidad o por otras razones. Pero… ¿Cómo aplica esto al PPP ó PPS?
El PPS es una divisa artificial de referencia común, creada por Eurostat, y utilizada dentro de la Unión Europea para eliminar las diferencias de precios entre países. Es decir, que conceptualmente, un PPS te permite comprar el mismo volumen de bienes y servicios en todos los países.
Esta unidad de medida también sirve como indicador del volumen económico y sus consecuentes comparaciones entre países, y se utiliza, así como el Purchasing Power Parity (PPP) en macroeconomía para comparar la productividad económica y los estándares de vida de dos países. A menudo se dice del PPP que sigue la estrategia de “la cesta de la compra” donde se considera que dos países están “en paridad”, si una cesta de la compra con los mismos artículos cuesta lo mismo en ambos países, una vez aplicada la tasa de conversión de ambas divisas. Dicho de otro modo, PPS es el nombre dado a la unidad en la que se mide el PPP y a veces el PIB de un país.
En la Unión Europea, el índice comparativo de volumen de este PIB (Producto Interior Bruto) es el PPS y se define en relación a la media de los 27 países de la Unión de la siguiente forma; la media pasa a ser 100 y los países puntúan bien por debajo (España 91 en 2018 y ‘19) o bien por encima de la media, como Francia (106 en 2019 según datos de Eurostat).
¿Cómo se utiliza en energía?
Como profesionales del sector energético, una manera en la que interactuamos con PPS/PPT es al comparar países de la Unión Europea e ir a las fuentes oficiales. Un ejemplo de estas fuentes es el informe de Eurostat sobre los precios de la energía de los hogares en 2019 y la variación de los precios desde 2018.
El informe habla de la subida media en los 27 estados miembros, estableciéndolo en 21.6€ por cada 100kWh. Después de eso compara estados individuales a esta media, Bulgaria 10€ 100kWh ó 30€ en Dinamarca, Bélgica o Alemania. Tras estos datos, un informe de este tipo hablará del porcentaje de impuestos que esto incluye (41% de media en electricidad y 31% en gas) y con estos datos podemos representar gráficas como ésta.
Siguiendo con los datos, si expresamos en euros el precio medio de la energía en cada país, la gráfica toma la siguiente forma, con los precios más bajos en Bulgaria (9.6€ por cada 100kWh), Hungría (11.10€) y Lituania (12.5€) y los precios más altos en euros son Dinamarca (29.2€), Alemania (28.7€) y Bélgica (28.6€).
Sin embargo, tras establecer la metodología y las bases del estudio, no es raro ver también un gráfico (o una tabla) como la que vemos a continuación, en la cual, para comparar los países de la unión, no se utiliza únicamente el euro como unidad de medida, sino que se añade una nueva columna con el Purchasing Power Standard (PPS).
Esta nueva variable, nos muestra por ejemplo que los precios más bajos (en poder de compra) se sitúan en Finlandia (14.4 PPS por 100kWh), y Luxemburgo (14.6 PPS), seguido por Malta (15.4 PPS), Francia (17.5 PPS), Suecia (17.6 PPS) o Estonia (18.2 PPS) y cuando nos centramos en la energía más cara para sus habitantes, dado su poder adquisitivo, vemos que lo tienen peor, países como Rumanía (27.8), Alemania (26.8), España (26.2), Portugal (26 PPS), Bélgica (25.9), República Checa (25.5) o Chipre (25.1).
¿Por qué es importante el PPS, incluso fuera de la industria energética?
Sencillamente, porque utilizar una divisa para hablar de que un determinado país tiene “precios más baratos” para ese bien o servicio (con la connotación de que sus habitantes tienen más acceso a ese recurso) es a menudo una visión sesgada en el menor de los casos o una manipulación de la información en el peor escenario. Un ejemplo según los datos anteriores podría ser Finlandia, con un precio de la energía alrededor de la media, que sin embargo, es el más “asequible” de la Unión Europea en PPS.
Entendiendo todos los ángulos de este prisma, comprenderemos que las subidas de precio más altas en gas, las hemos sufrido España, Croacia, Holanda y Francia, mientras que Letonia se ha beneficiado de la bajada de precios más importante. En electricidad, en relación a 2018, los países en los que los precios subieron más el año pasado fueron Holanda y Lituania, mientras que las bajadas de precio fueron más pronunciadas en Dinamarca y Grecia.