Durante años, muchas empresas y hogares han vivido en la comodidad de contratar menos potencia eléctrica de la que realmente consumen. ¿El motivo? Las penalizaciones eran asumibles, y los coeficientes correctores aplicados por la regulación suavizaban el impacto económico. Pero con la Circular 1/2025, eso se acabó.
La CNMC ha endurecido el tratamiento de los excesos de potencia contratada: ahora las sanciones serán más duras, más frecuentes y menos predecibles para quienes no ajusten sus contratos a su realidad operativa.
¿Qué cambia exactamente?
La Circular 1/2025, publicada en febrero de 2025, introduce un nuevo sistema de cálculo de penalizaciones por exceso de potencia que se aplicará a todos los consumidores con tarifa 3.0 TD o superior.
Las principales modificaciones:
- Lecturas en tramos de 15 minutos: ahora se mide con mayor granularidad cuándo y cuánto te excedes.
- Eliminación de coeficientes de corrección: ya no se suaviza la penalización si el exceso se produce en horas valle.
- Penalización uniforme y más severa: el sobrecoste puede llegar a ser un 200 % más alto en empresas con consumos irregulares.
En resumen: lo que antes era una multa parcial ahora es un castigo completo.
¿Quién se ve afectado?
Este cambio no distingue entre hogares y empresas. Todos los consumidores con potencias superiores a 15 kW deben repensar cómo gestionan su demanda.
- Empresas con actividad variable (hostelería, fábricas, talleres): podrían enfrentarse a facturas mucho más altas si no ajustan su potencia contratada a sus picos reales.
- Hogares con cargadores de vehículo eléctrico o alta demanda puntual: también deberán estar atentos para evitar sorpresas desagradables.
¿Por qué esto es importante?
Este giro no es solo técnico. Marca un cambio de paradigma: la eficiencia energética ya no es opcional. El regulador ha dejado claro que utilizar mal la red tiene consecuencias económicas.
Y en un sector que se mueve hacia la digitalización, la automatización y la trazabilidad en tiempo real, la improvisación ya no tiene cabida.
La CNMC ha hablado: el tiempo del “ya lo ajustaremos” ha terminado.
El nuevo escenario exige precisión. Y quien la tenga, ganará.
El nuevo juego: prevenir, no reaccionar
Frente a este escenario, el consumidor informado tiene tres caminos claros:
- Revisar su consumo real. La potencia contratada no puede seguir siendo una cifra arbitraria heredada.
- Instalar sistemas de control energético. Saber cuánto y cuándo se consume ya no es un lujo: es una obligación.
- Repartir el consumo en el tiempo. Evitar la simultaneidad de aparatos puede marcar la diferencia entre pagar o ser penalizado.
Para quienes trabajan con tecnología: es una oportunidad
En QUIXOTIC, estamos viendo cómo comercializadoras y grandes consumidores se apoyan en nuestras herramientas para:
- Simular escenarios de contratación y evitar sobrecostes.
- Detectar en tiempo real los excesos mediante alertas configurables.
- Generar informes detallados para renegociar contratos de forma proactiva.
Automatizar este proceso no es solo una ventaja operativa: es la diferencia entre operar con margen o erosionar la rentabilidad en cada ciclo de facturación.
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